martes, 6 de enero de 2009

Regalo de reyes



Mi ya amigo querido Diego Muñoz Valenzuela me hace este pequeño y hermoso regalo de Navidad:

Regalo sospechoso
Era un paquete enorme, delicadamente envuelto en papel celofán verde y ornamentado con un abultado moño de cinta roja. Lo abrí con recelo, pensando en alternativas desagradables: bombas de tiempo, perros muertos, lavadoras descompuestas, esculturas modernas. Errores todos ellos. Era un hermoso caballo de madera tallado y barnizado al natural, sostenido sobre una plataforma rodante. El Caballo de Troya, pensé. Tenía la pata izquierda levantada, eso le otorgaba movimiento y elegancia. Del recelo pasé al temor, y de allí al sobrecogimiento. ¿Qué oscuro enemigo podía haber ideado este plan homérico en mi contra? Repasé la lista y eso me tomó un buen tiempo. Todos podían haber sido; no pude descartar a ninguno. Ahora, qué contenía el caballo, ésa era la pregunta. Me aproximé con cautela y golpeteé la madera con los nudillos. Madera maciza. O interior repleto de explosivos plásticos.O cobalto radiactivo, para eliminarme lentamente. O una masa de arácnidos letales. No había tarjeta ni indicación de remitente.
Me subí sobre el regalo. Instantáneamente echó a rodar por el mundo. Me llevó lejos, a lugares maravillosos y desconocidos. Muy tarde comprendí la trampa, pero ya era feliz.


De Diego ha salido hace días tan solo en e.d.a., como primicia en España después de dos ediciones en Chile y varios premios, su novela Flores para un Cyborg, a la cual deseamos toda la suerte que somos capaces de imaginar.

2 comentarios:

Pablo Rodríguez Burón dijo...

Pues que esa novela tenga toda la suerte que merezca. Un abrazo y feliz año!

Efectivos del asteroide dijo...

Se la merece desde luego, más, bastante más que muchas de las bazofias que vemos por ahí vendiendo ejemplares a mansalva. En fin, para qué te voy a contar, pues sé ya que tú sabes perfectamente a lo que me refiero, mi querido colega. Un abrazo y ánimo, lo necesitamos sin duda.