lunes, 11 de febrero de 2013

Amor


Tabú me la he perdido, Lincoln todavía no la he visto, pero Amor sí. Amor sí la he visto. Amor ha resultado ser la película más perturbadora que he visto en años. Admonitoria, pedagógica, enternecedora, cruel, escalofriante, bellísima, inteligente, técnicamente perfecta... Pero perturbadora, sobre todo perturbadora. Ni Funny Games alcanza su nivel. No pasaréis un buen rato, pero debéis ir a verla ipso-facto, os lo aseguro.