domingo, 8 de mayo de 2011

Alcázar Genil

He estado hoy en Granada, en la Feria del Libro, donde compartimos caseta con la editorial granadina Traspiés y la sevillana El olivo azul. He visto allí a Juan Varo Zafra, a quien publicaremos nosotros dentro de nada un estupendo, pero estupendo libro de aforismos. He estado con Miguel Ángel Cáliz, de quien acabamos de sacar hace tan solo unos días su estupendo, pero estupendo libro de relatos Rupturas y ambiciones.


He estado también con mi viejo amigo Rafael Juá
rez y con su mujer, Pilar Mañas, vieja amiga igualmente ya y estupenda, pero estupenda poeta y narradora.
A Rafael le publicamos hace algunos años
su estupendo, pero estupendo libro de poemas Aulaga, del que hicimos una presentación memorable en el Palacio de la Magdalena de Santander, dentro del ciclo de lecturas poéticas El Editor Elige en la Universidad Menéndez Pelayo. Yo elegí a Rafael entonces, y ese acto nos propició ¡cuatro días alojados en el palacio! (y de gorra total). Algo inolvidable, pero inolvidable de verdad. Ahora Rafael es el Director de la Fundación Francisco Ayala de Granada, que tiene su sede en un hermosísimo, pero hermosísimo palacete nazarí: Alcázar Genil, una finca de recreo construida hace algunos años por los reyes almohades. Aquí mismo presentamos también el libro de ensayos sobre Francisco Ayala que publicamos hace un par de años. Una gozada, pero una gozada de evento, con Carolyn Richmond de cuerpo presente y todo. Graciosísima la recuerdo, pero graciosísima y afectadísima, cuando se dirigió ante mí a Rafael para decirle solo "oh, querido Rafa, hay que ordenarrr esos librosss". Noté su poder, su inmenso, pero inmenso poder allí...
Rafael me ha dado hoy una postalita de rec
uerdo impresa por la Fundación. Es una foto de 1975. En ella se ve el palacete en el centro de un bellísimo, pero bellísimo paisaje nevado. Despejadísimo y bellísimo de verdad con esos grandes árboles detrás y todo el entorno blanco. Aquí la pongo:



Claro que la imagen queda afeadísima, pero afeadísima por el edificio de nueva planta que aparece a la izquierda. En plena construcción entonces. A propósito de ese edificio horrendo, hemos especulado en cómo quedaría la imagen sin él. Aquí la pongo:


Aunque todavía molestan algo esos edificios del fondo, la ganancia es evidente, pero evidente, desde luego. Poder disfrutar de este lugar y de esta imagen en su día, en su momento, tuvo que ser de veras, pero de veras algo delicioso. Lo malo de todo es que este lugar no ha permanecido así ni mucho menos, tampoco ha mejorado, desde luego no. No sólo no ha mejorado, si no que ha ido a peor, pero muy a peor, como no era difícil de imaginar. Echadle si no un vistazo al paisaje que rodea al palacete hoy. No puede ser más desolador:




En la Feria del libro de Granada me he comprado hoy Mundos terribles, un libro de crónicas y relatos inéditos, pero inéditos de verdad, de mi admirado Marcel Schwob. Qué duda cabe de que los hay, de que lo son.... Y otro libro más me he traído: Artículos, relatos y fragmentos, de mi muy querido Ángel Ganívet, ese alma atormentada, pero atormentada ante la que sucumbí hace tantos años...

Rafael me ha prestado además un librito de 1949, una antología de poetas cordobeses en el que se incluyen siete poemas muy tempranos de mi añoradísimo, pero añoradísimo Vicente Núñez
que tienen toda la pinta de haber sido desechados por Vicente, pues creo que no aparecen en ninguno de sus libros posteriores. Tengo que comprobarlo. Solo me ha prestado el librito, ay, sí, se lo tengo que devolver el día 25 aquí en Málaga, donde presenta la antología que se le ha publicado a MV Atencia por su Premio García Lorca. Pero yo no sé qué hacer, no sé...;-)

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