domingo, 8 de agosto de 2010

Grafeno

Traía El País el otro día un artículo que hablaba sobre este nuevo material, la membrana más fina posible, de ¡un átomo! de grosor, descubierto hace apenas cinco años. Explicaban ahí que es un compuesto de carbono, que procede del grafito (muy abundante y poco contaminante) y que al parecer revolucionará (de nuevo, uf) el mundo tecnológico conocido. Apuntaban además como nota curiosa que tal vez en pocos años el egregio y ya venerable Silicom Valley tal vez cambie su denominación por el mucho más cool de Grafeno Valley. Hemos pasado en muy poco tiempo del cobre al germanio, del germanio al silicio y de aquí al grafeno, un superconductor igualmente que permitirá, imagínenselo, que podamos enrollar y colocarnos en la oreja como un lapicero nuestras pantallas táctiles, todas, cada vez más pequeñas y potentes. O montar pantallas esféricas, cónicas, cilíndricas... Dicen por ahí que los investigadores han conseguido ya controlar la naturaleza del grafeno... Aunque tampoco es que lo tenga del todo fácil este material, pues tendrá que competir con esa especie de luciernaguitas que son los polímeros, otro de esos hallazgos recientes.
Yo me asombro desde luego con todos estos avances. Me asombré cuando anunciaron la existencia de la oveja Dolly, cuando nos comunicaron el descubrimiento al fin del genoma humano, con la divulgación de las investigaciones nanotecnológicas también. Y ahora esto que nos llega así, como por casualidad, a través de otro pedrusco (
¿lo intuyó Ives Bonnefoy en su libro Piedra escrita?, ¿y José Hierro, cuando escribía aquello de "...con las piedras, con el viento..."?). Siempre me estremezco de gozo con estas cosas y se me dispara la imaginación. ¿Qué otras quedan por descubrir? ¿Hasta dónde seremos capaces de llegar? ¡Qué ilusos aquéllos que decían que el tiempo de las grandes aventuras había concluido con la conquista del Polo Norte! (¿o era el Polo Sur?)

Bueno, hoy también trae un artículo el periódico dando noticia del fallecimiento por quemaduras de uno de los finalistas en el Campeonato Mundial de Resistencia en Sauna. Y ayer mismo estuvo mi padre refiriéndose al pan de antes, que se mantenía comestible cuatro o cinco días, no como ahora, decía. No sé, conviviremos tal vez con todo esto. Pero flipa el futuro, ¿eh?, flipa.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso, eso, una memorita de grafeno sutilmente escondidita detrás de la oreja a modo de magnífico prontuario y, oye, ¡el rey de las tertulias! (Por cierto, no estaré con vosotros en la próxima de "Alice in Wonderland"; mil perdones). ¿Qué tal el verano? Besos

Atherida dijo...

¡Coño!, Paco. Intento acceder al blog de JFF, y Blogger me dice que ha sido eliminado. ¡¡¡Nooooo!!!
¿Sabes tú qué ha ocurrido?, ¿eliminado de verdad? Ay.

Mis disculpas por comentar asuntos tan ajenos a este post, pero... no sé.
Tremendo disgusto.

Un abrazo.

Francisco Javier Torres dijo...

Uf, vaya, pues me quito un peso de encima, Miguelito, porque, la verdad no veía la manera evitar oír las tonterías que dices. Un peso de encima me he quitado, en serio (jua, jua, jua). Llámame, no obstante, un día de estos que andes cerca, tomaremos unos refrescos, eso sí, calladitos, calladitos... :-)

Y no sé, Raquel, no tenía ni idea. Veré qué le ha pasado al prócer, claro. Lo mismo lo ha abducido por fin y ya para siempre la Liga de los Hombres Extraordinarios y nos abandona, snif (je, je)

Anónimo dijo...

¿Y qué propones que hagamos mientras matamos la sed? ¿Cogernos de la mano y morrearnos tras cada libación? (Ah, perdón, ¡si hablabas de refrescos!) Lo del silencio me convence muchísimo más, obviamente definitivo después de esta desacertada afrenta pública, tan inoportuna como el plan que me ofreces. En todo caso, soy incapaz de distinguir si tu mensaje lleva algo de afórico o no tengo el día hoy para entender dobles sentidos (perdón, por si acaso).

Caramba, después de la noticia de Raquel compruebo que hoy dejo de visitar dos blogs de una tacada, uno de ellos extraordinario. Triste jornada. Hala, terminaron las tonterías por mi parte.

Francisco Javier Torres dijo...

Circunspecto te leo, amor mío. ¿No te basta el jua, jua, jua para entender mi jocosa ironía? Afrenta pública, por dios, afrenta pública, venga ya, Miguelito, no te lo tomes la broma a la tremenda, hombre, que sólo es eso, una broma. No vaya a parecer que se te ha pegado ya sin remisión la adustez mesetaria y no eres tú de esos, qué vas a ser tú de esos, me cachis. (Bueno, eso, o yo también te leo fatal)
En fin, supongo que con lo del blog extraordinario te referirás a éste, claro, ¿verdad? Ya, ya lo sé, no hace falta que me lo recuerdes (je, je, je). En cualquier caso, vuelve, vuelve, te lo ruego, que no puedo vivir sin ti, como sabrás :-)

Anónimo dijo...

Ardua tarea, querido, la de absorber sornas un día como hoy en el que uno se dispone a acudir al dentista con el fin de arreglarse un empaste rebelde y acaban extrayéndole la muela del juicio, remendándole dos premolares de forma inesperada y vaciándole infamemente la cuenta corriente. Preventivamente y dado el amor que te profeso (incluso en épocas de desamor), dejé no obstante impresa una ligera solicitud de perdón. Y no desacerté porque como ahora confirmo por ti, se estaba tratando de una de tus burlillas a las que la distancia y los años me han hecho estar poco acostumbrado. (Entiendo en estos momentos que, además, aunque trato de cultivarme asistiendo a hermosas tertulias como la tuya, sigo siendo (¡ay de mí!) un ser eminentemente oral y cuando la cuestión de fondo es el dolor odontológico me veo incapaz de respirar humoradas en el terreno gráfico de la Lengua; no quiere decir eso, por ende, que tu construcción escrita haya sido incorrecta). Te ruego, por tanto, que te tomes esto mío como una rabieta sin importancia. (Dios mío, no me asustes, ¿se esconden los sensores (o sentidos) tartésicos-atlánticos debajo de la muela del juicio? - Ya me entiendes, esas células misteriosas, particularísimas, lacradas en todos nuestros sentidos y que nos diferencian de la sobriedad espiritual carpetano-vetona -.

Que alivio, por otra parte, esta ágil y sensata reconciliación. Lo suyo, ahora, sería una cena en la intimidad...

Bromas aparte, un fuerte abrazo.

Francisco Javier Torres dijo...

Uf, vaya, pues otro peso me quito de encima, amor mío, y este ya casi real... La verdad es que yo esperaba el contraataque a sangre y fuego de tu infantería ligera, algo así como "y tú más, pero mucho más...", etc., pero, chico, me desconcertó tu filipina o filipense severidad. Bueno, ahora en serio, que menos mal que no vienes a la tertulia, etc. (jajajaja). En cualquier caso, lo de la cena se anota, of course. Ah, y siento la masacre bucal como si me la hubieran hecho a mí. Besos envueltos, eso sí, en una levísima membrana de grafeno (casi de piel a piel, vamos, aunque no así todavía, mamón :-)

Atherida dijo...

Adustez mesetaria. Al fin puedo poner nombre al mal que a veces me aqueja, granjeándome la soterrada enemistad de alguna que otra compañera de trabajo recién llegada de las Américas. Va a ser que las venezolanas no le ven el encanto a las cositas claras y el chocolate espeso. Bueno... está eso, y cierta susceptibilidad cuando una servidora manifiesta que Chávez es un ángel al lado de Uribe. Va a ser también que algunos venezolanos prefieren ignorar lo que acontece en Colombia -y que muchas venezolanas, dios me perdone, sólo piensan en dos cosas: lucir buenas delanteras y predicar las maldades de Chávez-.
Malos tiempos para nacionalizar la adustez mesetaria ;-)

Besos.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Bueno, boy, no me podrás negar que tu jocoso dardo no iba con algo de veneno en la punta, ¿eh? Además, los marcadores de ironía, (los "jua,jua,jua") eran algo escasos para contener al aluvión principal. Hicieron falta, por tanto, unas primarias para aclarar el desencuentro. En cuanto a lo de mi "adustez mesetaria", la busco y no la hallo, de verdad. Es más, hace más de un lustro que pullulo por la ferreniana Mancha refundada - sector aluvional Norte - fronterizo con la Comunidad Estrellada - y sigo padeciendo de choque cultural en sesión continua. ¿Qué otra cosa te puedo argumentar para demostrarte, por consiguiente, que de esa categorización nada de nada. Me niego, hermano, a identificarme con el modus vivendi que reflejan estos miles de rostros sin sonrisa, que parecieran muertos, ajenos..., parafraseando al bueno de Onetti.

Quod scripsi, un abrazo y festejo pendiente. Saludos desde tierras postmesetarias (Sanabria).

Francisco Javier Torres dijo...

Que no, hombre, que no, que lo único que pretendo es enredarte más, a ver si saltas, je, je, pero ya veo que no hay manera (jua, jua, jua, jua). Bueno, te voy a desvelar mis verdaderos sentimientos: Lamento infinito que a un alma tan fina y una mente tan clara como la suya le sea imposible acompañarnos a esta deleznable reunión de seres extraviados para iluminar con su plática incomparable todos y cada uno (no me cabe la menor duda) de los puntos oscuros de la lectura que nos ha sido encomendada, lo que nos hubiera procurado (tampoco tengo ninguna duda) un placer difícil de homologar con cualquier otro conocido. Amén.
(A ver si ahora... En cualquier caso, me parto en el entretanto, brother, jajajajajaj)

Lluís dijo...

Hola Francisco llevo días leyendo tu blog y una pregunta me corroe ¿No serás por casualidad profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Alicante? Se llama Francisco Javier Torres como tú. Seas o no el profesor saludos : )

Anónimo dijo...

Ando intrigadísimo (estoy sin uñas ya y sin anular hasta la segunda falange) con el caso "LA VUELTA AL MUNDO" de mi admirado Ferré. Minutos después de haberme solidarizado con el ínclito vía carta de protesta a Google, sopla por mi cabeza cierto viento inquieto de intriga y el rostro me arde delante de un espejo que se mofa de mi idiotez...¿Denucias de células islamistas? ¿Por las dimmies de Providence, quizás? ¿Qué pensáis, qué pensáis? ¿Un sutil preámbulo para interesantísimo juego literario; marco publicitario para una posible novela superventas?
¡¡¡¡Ayuda!!!

Atherida dijo...

Yo también he sacado a pasear durante unos minutejos mi vena paranoide, Miguel, pero estoy convencida de que JFF no juega con nosotros en este asunto.

Es toda la ayuda que puedo ofrecer. Si a la postre me equivoco, podré por fin decir que es mejor pecar de ingenua que de paranoica. El tiempo -o algún confidente- nos lo dirá.

Saludos.

Francisco Javier Torres dijo...

Precisamente ayer comentaba el suceso con un amigo y sugería lo mismo que tú, Miguel. ¡Vamos, anda!, añadió, !pero mira que sois ingenuos! Yo no lo sé, la verdad, porque son muy pocas, casi ninguna, las certezas que me acompañan. Pero prefiero, como tú Raquel, pecar de ingenuo aquí que de hiper-paranoico (islamismos por un lado, Ferré por otro). Lo que sí quiero mantener por encima de todo esto es que aun en el caso de que fuera cierta, como me lo parece a mí, la censura y su puta madre, no debemos volvernos por ello tampoco paranoicos nosotros, pues, como dice otro amigo mío, todos los paranoicos que conoce merecen ser perseguidos. Que les den a los censores (aunque nos jodan mientras a nosotros, los muy...). Yo no salgo de todas formas de mi asombro con este asunto, desde luego. Es para patalear de risa (o de ira, que también y todavía está permitido...). Para Ferré mi solidaridad en forma de mensaje reivindicativo que ya he enviado, por supuesto.

Anónimo dijo...

Paranoia o no, ficción, realidad terrestre o cibernética (ninguna nocividad en cualquier caso), todo mi apoyo, por descontado, al excelente Ferré.

Saludos (Raquel & Paco).