lunes, 7 de septiembre de 2009

Otra lección (facilita) gratis. De Bradbury

"Si uno escribe sin garra, sin entusiasmo, sin amor, sin divertirse, únicamente es escritor a medias. Significa que tiene un ojo tan ocupado en el mercado comercial, o una oreja tan puesta en los círculos de vanguardia que no está siendo uno mismo. Ni siquiera se conoce. Pues el primer deber de un escritor es la efusión: ser una criatura de fiebres y arrebatos. Sin ese vigor, lo mismo daría que cosechase melocotones o cavara zanjas; Dios sabe que viviría más sano.
¿Cuánto hace que no escribe usted una historia que vuelque en el papel un amor o un odio verdadero? ¿Cuánto que no se atreve a liberar un bien conservado prejuicio para que sacuda la página como un rayo? ¿Cuáles son las mejores y las peores cosas de su vida y cuándo saldrá a susurrarlas o a gritarlas. (...) Por consiguiente, sin complicaciones, he aquí mi fórmula.
¿Qué es lo que más quiere usted en el mundo?, ¿qué ama, o qué detesta?
Busque un personaje como usted que quiera algo o no quiera algo con toda el alma. Dele instrucciones de carrera. Suelte el disparo. Luego sígalo tan rápido como pueda. Llevado por su gran amor o su odio, el personaje lo precipitará hasta el final de la historia. La garra y el entusiasmo de esa necesidad encenderán el paisaje y elevarán diez grados la temperatura de su máquina de escribir (...) A donde se mire en el cosmos literario, todos los grandes están atareados en amar y odiar ¿Ha abandonado usted esta ocupación básica por obsoleta para su escritura? Entonces se pierde una buena diversión. La diversión de la ira y el desencanto, de amar y ser amado, de conmover y ser conmovido por este baile de máscaras en el que giramos desde la cuna hasta el cementerio."
(Ray Bradbury dixit en Zen en el arte de escribir, Ed. Minotauro, 14:2008)

3 comentarios:

Roberto Tega dijo...

Recuperar la pasión de uno mismo y trasladarla a un personaje o a lo que se narra. Parece tan fácil.

Un saludo

Francisco Javier Torres dijo...

Hola, Tin. Estoy contigo. Es difícil, en efecto, conseguir trasladar esa tensión a lo escrito (leído, vivido), pero debe ser el objetivo, no me cabe la menor duda. La facilidad de la lección la indicaba yo al respecto de su meridiana claridad , más que a su ejecución, claro está. Saludos.

Francisco Javier Torres dijo...

Hola, Tin. Estoy contigo. Es difícil, en efecto, conseguir trasladar esa tensión a lo escrito (leído, vivido), pero debe ser el objetivo, no me cabe la menor duda. La facilidad de la lección la indicaba yo al respecto de su meridiana claridad , más que a su ejecución, claro está. Saludos.