sábado, 13 de febrero de 2010

Pintar sin pintura












No son salvas, no, lo que dispara el amigo Verdú aquí en este artículo sobre el onanismo del arte más cool, los galeristas modelnos, curators, críticos y demás fauna que puebla el mundillo plástico. No es impertinente tenerlo en cuenta ahora ante la inminencia del paroxismo arquístico. Como tampoco está de más echarle un ojo a éste otro, publicado en ¡2007!, (antiquísimo ya, hay que joderse) pese a tratar un orden creativo distinto, pues no resulta menos pertinente ahora que estamos en plena vorágine de que si tú, que si yo, que si él en la convulsa narrativa hispánica contemporánea.

4 comentarios:

J. A. Montano dijo...

Desde que sabes que me han seleccionado para ARCO, te corroe la envidia, granuja!

http://joseantoniomontano.blogspot.com/2010/02/arte-contemporaneo.html

Francisco Javier Torres dijo...

En efecto, amigo, me corroe y no puedo negar que no sé qué hacer para poder asistir a la premier de tu El hombre de la mano en el chocho, una muestra egregia, no me cabe la menor duda, del verdadero arte, y no esos vinilos y fieltros a que alude Verdú. En eso estoy contigo, sí.

Francisco Javier Torres dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
J. A. Montano dijo...

En efecto, amigo Torres: te desafío a que encuentres, después de Duchamp, una obra más duchampiana (en varios niveles) que mi Caballero de la Mano en el Chocho. Es una lástima que Duchamp se haya muerto, porque hubiera venido a rendirme pleitesía. O, como mínimo, me hubiera rendido la pleitesía de una carcajada.

Por cierto, espero verte el próximo lunes en el I. M. del L., para agasajar a nuestro amigo novelista.