Mi querida Atherida me ha propiciado ahora mismito otro disfrutón musical antediluviano, indirectamente, a través del Caravan de Duke, pero que me ha llevado inmediatamente a mi Caravan, al mío, al glorioso grupo de los setenta. He ido corriendo al Youtube y aquí lo tengo ya también. De veras que este mundo parece maravilloso cuando a uno le ocurren estas cosas... Y el ciberespacio ni te cuento. Oh, "Duke" mío, qué gloriosísimo souvenir del pasado que se revuelve de nuevo y se resiste a desaparecer del todo...
lunes, 8 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Nada sabía yo de este otro Caravan, querido Paco, y resulta que el disco que aquí presentas vio la luz el mismo año que una servidora. Me gusta lo que oigo. Me encantan las felices coincidencias.
Infiero que cuanto más atrás nos remontemos, mayor será el goce lumínico. Cuidadín, que ya mismo se nos convierten en candelabros las alegres lamparitas. Ya lo dijo aquélla: ahora que estoy en el candelabro, me siento realmente antediluviana ;-)
Besos.
La portada es bonita y la musiquilla pegadiza, lo malo es que no entiendo la letra, además no conozco a los Caravan, pero bueno, está bien eso de crearse una isla...
Un beso pink
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