-Me interesa, en primer
lugar, la figura de esta mujer, de padres judíos y ucranianos emigrados a
México. Una institución literaria en su país.
-Me interesa, después, el
discurso de esta mujer, que dice “escribir desde su sexo”
-Me interesa comprobar la
altura creativa de esta mujer que demuestra lo que yo vengo sospechando, y
sobre lo que algunas veces hemos discutido: que nada tiene que ver el género
del autor en la calidad de la obra.
-Me interesa el tratamiento
del cuerpo en la obra de esta mujer. Su lado femenino, desde luego. Su lado
combativo.
-Me interesa la naturalidad
con la que maneja la alta cultura y la baja cultura. (En Saña: Naomi
Campbell/Bacon. En El Rastro Jorge Sanz, Versace/Baremboim.)
-Me interesan sus digresiones
sobre música. Gould, los Castratti...
-Me interesa, mucho, en El
Rastro la imbricación entre el ensayo y la ficción.
-Me interesa el tratamiento
que hace esta mujer de la eterna oposición entre emoción y razón, entre
biología y tecnología (¿qué es el corazón?).
-Me interesan las digresiones
literarias. Me encanta que cite a Bernhard, a Sebald, a Dostoiesvki, incluso
para contradecirlos… (pág. 50)
-Me interesa ese ritornello incesante
de El Idiota, la obra de Dostoiesvki.
-Me interesa en El Rastro la
maestría con que se mantiene sin desfallecer el continuado monólogo interior de
la narradora.
-Me interesa en El Rastro esa
mise en abyme de algunas de las historias que cuenta el marido de Nora y que me
ha recordado a Barbey d’Aurevilly, el escritor francés del siglo XIX que, por
cierto, yo adoro.
-Me interesan las
transiciones entre el monólogo interior y el diálogo con los distintos
personajes.
-Me interesa el intento que
lleva a cabo aquí Margo Glanz de descifrar la “fisiología” del amor.
-Me interesa, aunque un poco
menos, es verdad, el aspecto sociológico del libro. El retrato, aunque somero,
de la idiosincrática sociedad mexicana.
-Me interesa esa pregunta
retórica que se/nos hace la narradora en la pág. 115: “¿es imposible expresar
la pasión?”
-Me interesa esa leve brisa
existencial, muy melancólica, de El Rastro: “esa absurda herida que es la
vida”…
Todas estas cosas me interesan, y a lo mejor incluso pronto amplío la lista...