domingo, 9 de noviembre de 2008

Bernhard dixit



En Corrección :
"Aunque a veces lo odiamos todo, nos resulta posible, o precisamente porque, a veces, lo odiamos todo, nos es posible a veces adelantar, ir adelante nada más que por odio, hacia delante. Porque somos débiles, debiluchos, no tolerar ninguna clase de debilidad. Y si no es la vida y no es la Naturaleza, es la lectura, es la vida y la naturaleza de la lectura, durante largos trechos enteros, una y otra vez, solo la naturaleza de la lectura, la vida de los libros, los periódicos, de todos los escritos posibles, tender un puente sobre la Naturaleza ininterrumpida, omitida, por medio de la lectura, que es como la Naturaleza, que es como la vida [...] Interrumpimos en puntos determinados de nuestra existencia la naturaleza de nuestra existencia, y seguimos existiendo nada más que en los libros, en lo escrito, hasta que otra vez tenemos la posibilidad, muy a menudo como otro, siempre como otro, siempre como otro subrayado, de existir en la Naturaleza, y seguimos existiendo en la Naturaleza. No aguantaríamos ininterrumpidamente una vida en la Naturaleza, que es siempre una Naturaleza libre, y por eso, una y otra vez salimos de la Naturaleza, únicamente por una razón de supervivencia, entramos en la lectura y vivimos así en la lectura durante largo tiempo y sin ser molestados. La mitad de mi vida no he vivido, existido, en la Naturaleza, sino en la lectura como Naturaleza, y sólo por esa mitad me ha sido posible la otra. "

(pag.198 y 199 de la edición de Alianza)

3 comentarios:

J. A. Montano dijo...

Buenísimo! Hip hip Bernhard!

Francisco Javier Torres dijo...

De verdad que lo es, ya te lo dije. ¡Vaya fracecita, amigo!

JUAN FRANCISCO FERRÉ dijo...

Elijo este post para dejar huella en las paredes de su antro, cual hombre del paleolítico, no sólo por Bernhard sino por el frondoso c*** de la Bernarda que preside con sus volúmenes y curvas el acceso al conocimiento encerrado en la cita. Bernhard, Sokurov, la Bernarda, tantos nombres amados y familiares. Diga usted que sí, por aquí anduve y prometo que volveré. Palabra de Manhatto...